Cuando ponemos azúcar a calentar en un sartén, esta comienza a derretirse lentamente, los pequeños cristales se hacen líquidos y la mezcla cambia de color, se dora y empieza a desprender un aroma delicioso, dulce y quemadito, ese aroma único del caramelo.
Ver esa transformación en tan poco tiempo es como ver un acto de magia, y que decir de comer ese caramelo, eso es como estar en el paraíso. Por eso hoy les tengo una receta de salsa de caramelo, para que puedan bañar frutas, galletas, cup cakes, helados, hacer un paninni de caramelo o hasta comer la salsa sola, a cucharadas.
Es muy fácil, solamente hay que tener cuidado, porque créanme, no quieren quemarse con azúcar . Aquí la receta.
Para hacer media taza de salsa de caramelo necesitas: 1 taza de azúcar, 3 cucharadas de agua, 1 cucharada de extracto de vainilla, 3 cucharadas de crema, 2 cucharadas de margarina o mantequilla.
Pon una sartén en la estufa, agrega el azúcar y el agua, deja que comience a derretirse, cuando ya esté líquida y tenga un color dorado, añade la crema y la vainilla, mueve rápidamente para que no se formen cristales. Apaga el fuego y añade la mantequilla, mezcla y deja enfriar un poco.
Listo, así de simple, tienes salsa de caramelo. La recomiendo tibia, sobre un helado o como relleno de un divertido paninni. (rellena 2 rebanas de pan con la salsa, lleva a la parrilla y disfruta caliente)
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