Cupcakes de chocolate sin chocolate

Soy una persona muy difícil de empalagar, creo que hasta hoy no he encontrado un postre cuyo sabor dulce me sature del todo. Sí, soy una dulcera declarada y creo que podría vivir de postres, especialmente de los que están hechos de chocolate. Pero igualmente,  aunque me ha costado entenderlo, sé que para tener una alimentación sana y todo ese rollo del equilibrio, tenemos que moderar el consumo de esas deliciosas bombas de calorías.

Por eso mi filosofía se resume en lo siguiente:  caer en la tentación ocasionalmente (cada semana o a veces más...) con platillos que realmente valgan la pena y también considero que se pueden crear cosas muy ricas que no sean tan tapa arterías y que no tengan demasiada azúcar.

Por eso para esos días casuales, y para las personas que no puedan consumir tanta azúcar por la razón que sea, experimenté con unos cupcakes de chocolate sin chocolate ni azúcar. ¿No suena tan tentador verdad? pero en realidad el resultado es muy bueno y nada decepcionante. Aquí les dejo la receta para que se lancen y no se limiten.

Para hacer 10 necesitas: 3/4 taza de splenda, la granulada o la de sobre da igual, 1 de taza de harina, 1/2 taza de cocoa, 1 cucharadita de polvo para hornear, pizca de sal, 1 cucharadita de extracto de vainilla (del en serio y sí es de Papántla mejor)  1 bote de yogurth, 1/2 taza de leche, 1/2 taza de aceite de maiz y  1 huevo y 1 clara.

Como se hace:

Precalienta el horno a 180º,  tamiza y mezcla los secos, menos el sustituto de azúcar. Por otra parte, en un recipiente, une el huevo con la splenda, la vainilla,  el yogurth, la leche y el aceite. Teniendo las 2 preparaciones, tienes que mezclarlas paulatinamente hasta formar una masa cremosa.

Coloca la preparación en moldes para pastelitos y mete al horno por 20 minutos, o hasta que al insertar un palillo salga limpio.

Para el glaseado necesitas: 1 cucharada de margarina, 1/2 taza de azúcar glass, 1/4 de taza de cocoa, leche la necesaria para que tome textura.

Mezcla todo hasta que quede brillante  y ligeramente espeso. (no atasques de glaseado los pasteles porque si haces eso, lo ligero y bajo en calorías se esfuma)

Cuando los cupcakes estén fríos, báñalos con el glaseado y se muy feliz.