La versión original consiste en un pedazo de pan que se frota con ajo y jitomate, con el fin de que estoy 2 sabores se impregnen en la miga del pan, posteriormente de coloca sobre cada rebanada un pedazo de un buen jamón serrano y se corona con aceite de oliva.
Es delicioso, fácil de hacer e ideal para servir en un encuentro informal o para una cena casual.
La propuesta que hoy les tengo sobre el pan tomate tiene algunas variaciones, pero definitivamente es deliciosa.
Necesitan pan ciabatta, dientes de ajo, tomates maduros, lajas de jamón, aceite de oliva de buena calidad y un poco de queso de cabra para espolvorear.
El pan se corta en rebanadas delgadas, se frota con el ajo y el jitomate y en vez de llevarlo al horno o dejarlo así, se pone a la parrilla para que adquiera unas lindas marcas más obscuras que muestren que estuvo a merced del parrillero. Cuando el pan está tostado, se pone el jamón serrano sobre cada rebanada, se espolvorea con el queso y se termina con una lluvia de aceite para perfumarlo y darle sabor.
Así tienen mi versión de pan tomate, espero que los puristas de esta tapa no se molesten conmigo por meterle imaginación a tan deliciosa y catalana preparación.
Les dejo la foto, y les recomiendo que lo coman al momento para disfrutar los efectos de la parrilla en el pan.
La foto deja mucho que desear, pero en serio sabe muy rico, no se dejen llevar por las apariencias.
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