Nunca he tenido más frío que cuando he estado en París, esa hermosa ciudad de la cual estoy enamorada, me ha regalado días congelados, manos heladas y vasos y vasos de vino caliente.
Esta bebida que posiblemente para nosotros sea algo muy raro, se vende por todas partes en la bella ciudad de la luz, se prepara con vino tinto o blanco y es una verdadera delicia, que reconforta. El contacto con el vaso caliente alivia el entumecimiento de las manos y el sabor especiado y dulzón del vino te hace olvidar el friazo Parisino.
En muchas otras ciudades del viejo continente, se acostumbra tomar esta aromática bebida, especialmente en la zona norte de Europa, en la que no me puedo imaginar el tremendo frío invernal. En Suecia le llaman Glogg y acostumbran tomarlo acompañado de almendras y galletitas dulces de canela.
Y como aquí también estamos viviendo un frío nocturno, les dejo la receta del vino caliente, van a ver lo rico es y aparte dicen que hay que tomar una copa de vino diaria para eso de no oxidarnos tan rápidamente.
Sólo 1 vaso, porque aunque sea dulce y sea como un ponchecito navideño, sigue teniendo alcohol, así que tómenlo con calma, para llegar a las fiestas en buen estado.
Esta es la receta.
Para 4 porciones necesitas:
-1 botella de vino tinto
-la ralladura de una naranja (sin lo blanco que eso amarga un montón)
-la ralladura de 1 limón (se sigue el mismo principio de arriba)
-2 ramas de canela.
-80 gr. de azúcar
-2 clavos (no más, hay que tener cuidado con los clavitos que son muy intensos)
-1/4 de taza de agua.
¿Cómo se hace?
Más fácil no se puede. En una cacerola mezcla el agua las ralladuras, azúcar, 2 clavos y las 2 rajas de canela, se deja hervir hasta que todo se infusione y el azúcar este completamente disuelta. A esta mezcla se le añade el vino y se calienta antes de que empiece a hervir. Si lo dejan hervir, olvídense del alcohol.
¡Rico! Háganlo y salgan para sentir el frío, se transportarán a una de esas ciudades congeladas.
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