Estamos a unos días de celebrar la Navidad, fiesta a la que le antecede una época marcada por el gasto excesivo de dinero, el tráfico imposible en la ciudad y por supuesto el disfrute ilimitado que le damos a nuestro paladar, para algunos también es una periodo de melancolía, desatada por los recuerdos de su infancia o de personas queridas que ya no están; vamos, a lo que voy es que no todo el mundo la pasa genial en esta época.
Esa es una forma quizá un poco negativa de ver el mes decembrino, aunque no por eso menos realista, de igual modo esta temporada de festejos y villancicos tiene ciertas cuestiones lindas, divertidas y para los imaginativos casi mágicas, que le dan un sabor más agradable esta temporada.
Esa magia yo la encuentro en las historias populares, que se suelen contar en esta época, disfrutadas más por los niños, pero que pueden ser gozadas también por los jóvenes, si nos sensibilizamos un poco y dejamos la preocupación por los regalos, la fiesta, el brindis... sólo un momento.
Para esto hay cuentos, películas, libritos ilustrados graciosamente, obras de teatro y demás. Sobre el último punto trata esta entrada. Una muy querida amiga que trabaja en la zona de Santa Fe, me contó de una puesta en escena que se presenta en un teatro por ahí, es la presentación de 3 cuentos, relatados por el gran orador Mario Iván Martínez, cada uno es una historia de Navidad cuyos personajes principales son platillos.
La obra se llama "Cuentos en dulce para una dulce Navidad" y aquí les dejo los títulos de las historias para que comiencen a salibar: "El cabrito de los buñuelos", un cuento popular porfiriano; "La charamusca del Sultán", desarrollada a partir de la fábula de Esopo; y "El niño de mazapán", de Magda Donato.
La última función es el 26 de diciembre a la 1:00 pm en el teatro Telmex de Santa fe y por supuesto pueden comprar las entradas en el "amo de los boletos".
Definitivamente dan ganas de ir, porque aunque no lo aceptemos, todos queremos dulzura y más en esta época.
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Tip para los buñuelos: Cómprenlos con las monjas más cercanas porque no tienen igual y para transformarlos en un postre espectacular, doren rebanadas de manzana con mantequilla y azúcar, colóquenlas junto con los buñuelos y sirvan todo con una gran bola de helado de vainilla. Otra opción es comerlos con helado de rompope. yuuuuuuum
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