Cuando vemos en todas partes huevos hechos con chocolate, envueltos en vistosos papeles de colores, sabemos que la Pascua está cerca y todo su significado de renovación.
La tradición indica que esos deliciosos chocolates deben ser escondidos en las casas para que el domingo de resurrección, los integrantes de la familia, se diviertan un rato buscándolos. Esa divertida y deliciosa costumbre es la única que me parece agradable en está época, marcada por tradiciones difíciles de entender, por lo menos para mí.
Dicha costumbre, adoptada no hace mucho en nuestro país, se ha llevado a cabo desde hace cientos de años en el norte de Europa, Inglaterra y Estados Unidos y su origen es muy curioso.
Hace mucho tiempo, la cuaresma era una época de abstinencia y sacrificio, por lo que las personas no podían comer ningún alimento de origen animal, incluyendo los huevos, lógicamente. Pero las gallinas seguían con su trabajo y para no desaprovechar la producción de huevos, optaban por cocerlos y enterrarlos con el fin de evitar que pudrieran.Para diferenciarlos de los frescos los pintaban de colores y así conseguían identificarlos.
Durante esos días, los huevos hervidos permanecían escondidos bajo la tierra y la gente también se quedaba ansiosa por comerlos. Finalizando el tiempo de renuncia y vigilia, las personas desenterraban los huevos, los regalaban a sus vecinos y por supuesto se los comían felices.
Es así como comenzó esta tradición en el cristianismo, que se ha mantenidos por siglos y es hoy un motivo de felicidad infantil en muchos hogares, gracias a que la representación se hace con huevos de chocolate, no creo que a muchos niños le emocionara la idea de comer huevos cocidos.
Independientemente de que no soy una persona religiosa creo que esta tradición, aparte de divertida, tiene un lindo significado, para mi de renovación, el inicio de una vida nueva, una vida más fresca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario