Mi interés por esta especialización del periodismo surge porque la gastronomía siempre me ha fascinado y porque por azares del destino estudié comunicación, así que es una forma de unir mi carrera con mi pasión y orientarme profesionalmente.
Pero no soy la única, cada vez hay más personas interesadas en informar acerca de la comida y las ha habido desde hace cientos de años.
El periodismo gastronómico surge en la época Napoleonica. Con el triunfo de la Revolución Francesa y la caída de la monarquía, todos los sofisticados cocineros de los aristocratas se quedaron sin cocinas, sin lugares para llevar a cabo su arte, por esa razón, salieron a las calles y edificaron lugares en dónde cocinar y vender sus creaciones para vivir. Así nacieron los restaurantes.
Al mismo tiempo, la naciente clase burguesa, ansiosa por imitar las delicadezas de los nobles se rodeo de antiguos cocineros de los palacios para que trasmitieran las artes de la buena comida.
Fue así como comenzó a valorarse la cocina fuera de la clase noble y personajes dedicados a criticar otro tipo de disciplinas, voltearon la mirada a los platos para comenzaron a analizar las técnicas culinarias y los sabores.
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