En estos momentos muchos están partiendo la Rosca de Reyes y a muchos otros les está tocando el muñeco, haciendo felices a sus familiares y amigos, con la noticia de que ustedes serán los responsables de los tamales en febrero. Lindos momentos para cerrar la temporada navideña y el delicioso maratón guadalupe-reyes que tanto se disfruta.
La Rosca de Reyes, que cada enero se convierte en la base de nuestra alimentación por un día, es una tradición desde hace cientos de años que nos fue traída por los españoles y aquí la adaptamos a nuestro gusto. En la actualidad, encontramos desde la más tradicional con sólo un muñeco, fruta cristalizada e higos, hasta variaciones como la de chispas de chocolate o la rellena de queso y zarzamora.
Independientemente de si va rellena o no, una Rosca de Reyes no es rosca, sino esta decorada con pedazos de fruta cristalizada. Tiras rojas, verdes y transparentes que aparentan ser “joyas” coronan la rosca, entre estas la de color más claro se llama acitrón. Sobre ese controversial ingrediente hablaremos.
Esas tiras pegajosas y extremadamente dulces, que forman parte de la decoración de la Rosca, son pedazos de un dulce que se prepara con una cactácea llamada biznaga (Equinocactus platyacanthus), esta es una especie que sólo se encuentra en México, se utiliza principalmente para hacer acitrón y también como planta decorativa.
Dicho dulce cristalizado se ha preparado desde la colonia y es un ingrediente presente en varios platillos de gastronomía, como en los chiles en nogada.
Y ahora viene lo más interesante. Para preparar el acitrón se tiene que extraer la pulpa de la cactácea y la única forma de hacerlo es matando a la planta, nada más imagínense la cantidad de biznagas que han dejado este mundo para convertirse en acitrón. Por esa razón se considera esta plata como una especie en peligro y su uso está prohibido; a pesar de eso, podemos encontrar acitrón en varios mercados de distintos estados del país.
Así que aquellos que no se comen el acitrón (una gran población) en realidad están tomando una buena decisión, porque si seguimos consumiendo este producto vamos a acabar con un importante elemento de nuestros desiertos.
(La buena noticia es que hay un acitrón que no lleva biznaga y muchas roscas lo llevan)
Que bien por tu información, que excelente que hay diversas roscas hasta rellenas o no, pero decoradas con otras frutas porque así ya no mutilaran a la planta de la viznaga.
ResponderEliminarMuy interesante gracias
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